Los profesores del siglo XXI se enfrentan a una nueva visión de la educación que requiere de ellos el desarrollo de habilidades en tecnologías informáticas y de comunicaciones (TIC) que les permita aplicar el aprendizaje colaborativo por su interactividad para asociarse con otros estudiantes. Asimismo, facilita el acceso a una considerable cantidad de información que permite a los estudiantes construir conocimiento de forma individual y/o colectiva. Durante la última década las TIC han sido una constante en la educación superior en el proceso de enseñanza aprendizaje, y proponer su incorporación desde el punto de vista de innovación pedagógica se debe percibir como una oportunidad y un desafío para el profesor.
La situación es, ¿están preparados los profesores para utilizar las TIC en el proceso enseñanza aprendizaje?, ¿se están creando las condiciones necesarias en las aulas para el uso didáctico de las TIC? Uno de los retos del profesor universitario es el de enseñar sin saber exactamente qué nuevas profesiones se crearán en el futuro.
Hace una década no existían los dispositivos ni medios de comunicación digitales tales como, las apps y las redes sociales que actualmente se utilizan con fines didácticos. De igual forma, no existían los puestos de trabajo que actualmente vemos en las organizaciones como, gerente de redes sociales, analista de cuentas digitales, gerente de e-commerce, gerente de transformación digital, opciones de teletrabajo, entre otros. ¿Estamos tomando las medidas necesarias para garantizar una formación docente acorde a estos cambios?
Este nuevo paradigma educativo está generando gran interés en los profesores al tomar conciencia que, así como existen nuevas formas de aprender por el avance de las TIC también existen nuevas formas de enseñar que facilitan la adquisición de un aprendizaje permanente en los estudiantes. En este sentido, las TIC contribuyen al desarrollo de nuevas habilidades en los estudiantes y profesores al facilitar el acceso y uso de la información en espacios digitales tanto en el aula como en las organizaciones.
Para que se dé una verdadera transformación en el proceso enseñanza aprendizaje es necesario capacitar y actualizar a los profesores en técnicas didácticas digitales que les permita implementar nuevas estrategias didácticas que agregan valor a su práctica educativa. Desde este escenario, reflexionamos sobre la importancia que la formación continua del profesor se institucionalice con el propósito de fortalecer sus competencias tecnológicas y de comunicación en el aula. Situación, que facilitará la conexión de los procesos de enseñanza con los procesos de aprendizaje de manera tal que se vinculen como un proceso conjunto que promuevan las buenas prácticas docentes que permitan adquirir a los estudiantes un aprendizaje significativo.
Por consiguiente, el profesor pasa de ser un transmisor de conocimientos a ser un facilitador de recursos para el aprendizaje del estudiante, de manera que, debe diseñar actividades tradicionales de aprendizaje y utilizar las TIC por su multifuncionalidad e inmediatez para conectarse con el entorno. El propósito es que los estudiantes se conviertan en protagonistas de su propio aprendizaje, interactúen entre sí, compartan información, investiguen y aprendan a aprender por sí mismos, ya que los procesos que conducen a su aprendizaje es producto de una actividad personal.
Por lo tanto, cabe señalar que la adopción de las TIC en los programas formativos de las universidades ofrece a los estudiantes la posibilidad de acceder a nuevas fuentes de información y canales de comunicación que facilite el compartir trabajos, debatir ideas y usar aplicaciones interactivas que apoyen el aprendizaje. Igualmente, las TIC refuerzan en los estudiantes la curiosidad por descubrir, y facilitan la ejecución de actividades relacionadas con el aprendizaje complejo, como la resolución de problemas y toma de decisiones al pasar de una actitud pasiva a una actitud activa de exploración independiente que los lleva a la reflexión y replanteamiento de opiniones.
Ante esta necesidad, las TIC se integran en nuevos modelos formativos de las universidades como apoyo al quehacer educativo considerando que su desarrollo se caracteriza por generar una necesidad de innovación. Los profesores, mediante prácticas didácticas alineadas a las generaciones venideras, lograrán formar profesionales competentes que puedan desempeñarse con éxito en organizaciones nacionales e internacionales y responder a los nuevos desafíos de un mundo globalizado.
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